Rubia Blanche en una polla infernal
Los deliciosos hooters de Blanche Bradburry son tan tentadores, que nos preguntamos cómo su amante checo no se desanimó por el aspecto de ese escote. Queriendo una mirada más cercana, el guapo semental desnuda a Blanche, pasando de sus tetas rosadas a su coño perforado y peludo con su boca ansiosa. Todo este juego de palabras alucinante convierte al bebé tanto, que ella irrumpe en un montículo caliente de su polla.