El taxista le da su propina.
Rachel iba camino al aeropuerto con un taxi sospechoso, pero al final del viaje, en lugar de tomar un avión, ¡terminó en el cohete de carne del conductor! A ella no le importa ni un poco, de hecho, ¡a ella le gusta mucho la polla gorda que rompe su lindo coño de la pista de aterrizaje!